La propuesta contó con la participación del escritor Andrés Echevarría y Pablo Eguren Casal, quienes recordaron la trayectoria de los dos poetas -padre e hija-. En tanto, Martín y “Juancho” Casal -descendientes de los homenajeados- musicalizaron la velada con su banda Los Casal.
Jorge Céspedes, director general de Cultura, indicó que actividades de esta naturaleza permiten acercarnos más a la personalidad y obra de los poetas y que es una enorme satisfacción recibir una gala lírica de estas características. Sobre la participación directa, de los familiares descendientes de los homenajeados, expresó que brinda esa relación de tibieza y cercanía que los lectores no tienen la posibilidad de encarar y que estas oportunidades enriquecen la obra y presentan un perfil más intimista y humano de los creadores.
Por su parte, Pablo Eguren Casal, uno de los organizadores del encuentro, manifestó que darle esta dimensión a la poesía, cultura y música, hace que toda la actividad humana se enriquezca. Agradeció a la dirección general de Cultura por la apertura permanente y apoyo. Agregó que el objetivo del homenaje es difundir el arte y hacer vibrar a los uruguayos y ciudadanos en general.
Julio Casal (Montevideo, 1889-1954) hizo de su vida un instrumento para crear y difundir poesía. A sus 20 años fue designado vicecónsul del Uruguay en La Rochelle (Francia), lugar en el que posteriormente integró la “Academia de los Poetas” donde se encuentra con Antonio Machado, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez y Francisco Villaespesa.
Publica sus primeros poemas en España en 1913, entre ellos se encuentran: Allá lejos (1913); Cielos y llanuras (1914); Nuevos horizontes (1920); y Humildad (1922). Integró la llamada “Generación del 27” junto con otros jóvenes poetas, interesados en nuevas fórmulas de expresión sin dejar de admirar lo tradicional para alcanzar una poesía pura y despojada de todo lo que no sea belleza.
Compartió con su amigo el pintor uruguayo Rafael Barradas la edición de la revista Alfar en España y Montevideo, publicación editada entre 1923 a 1955, considerada de gran valor por su diagramación, estilo, universalidad y duración. Entre los textos que difundió se encuentra el poema La raíz amarga, que el autor Federico García Lorca le dedicó a Casal.
Trabajó en el Museo de Bellas Artes “Juan Manuel Blanes” donde entabló amistad con el científico Clemente Estable. En el año 1956 se le realizó un homenaje por iniciativa del escritor Alfredo Mario Ferreiro, conjuntamente con intelectuales como Juana de Ibarbourou, artistas y autoridades, entre ellas la escritora Alba Roballo, presidenta del Consejo Departamental de Montevideo. La ceremonia se efectuó en el Museo Juan Manuel Blanes donde quedó instalado un monolito de granito con un fragmento de un poema suyo.
Selva Casal (1927-2020), hija de Julio Casal. Publicó los siguientes poemas: Arpa (1958); Días sobre la tierra (1960); Poemas de las cuatro de la tarde (1962); Poemas 65 (1965); Han asesinado al viento (1974); No vivimos en vano (1975); y Mi padre Julio J. Casal (1987), entre otros. Obtuvo diversos premios literarios y fue convocada por la Academia de Letras del Uruguay al Premio Cervantes 2012.