Luego que vecinos de la zona manifestaran su preocupación ante reiterados episodios de mal olor en la zona costera, la IDM, junto a OSE-UGD trabajaron para detectar la causa.
El agua que manaba con mal olor fue analizada en distintas oportunidades por parte de la Dirección de Medio Ambiente de la IDM quien determinó que no existe presencia alguna de coliformes, ni tampoco se generaron condiciones de contaminación alguna.
Este viernes se realizó un trabajo conjunto en la zona con técnicos de OSE, de Medio Ambiente, entre otros, donde se determinó que la causa de dicho olor se debe a la presencia de bancos de mejillones enterrados.
Allí llegaron, en forma aparente, debido a inclemencias del tiempo y hoy se encuentran en estado de descomposición, generando compuestos que tienen azufre y son responsables de dicho mal olor según señaló la directora Bethy Molina.
La jerarca explicó que se procedió al vallado de los lugares y a solicitar anuencia al Ministerio de Ambiente para trabajar con maquinaria en playa a los efectos de remover la arena, que es de color negro, así poder solucionar el problema y realizar estudios complementarios.