Un total de 1092 urnarios y 600 nichos se construyeron en el predio cedido por vecinos para esta importante y necesaria ampliación.
“Por fin terminamos”, expresó el jefe comunal al hablar brevemente en el cementerio. Sostuvo que la ampliación estaba planificada pero no había dónde hacerlo. Señaló que es la última y que ahora vendrá el tiempo de reunir al Municipio y las empresas funerarias para construir un espacio destinado a la cremación en proyectos con inversión privada.
El intendente Enrique Antía agregó que no todos se animan a hacer estas inversiones a las que calificó de necesarias, tal como ocurre con el cementerio de Pan de Azúcar.
También señaló que la atención de los funcionarios en los cementerios del departamento de Maldonado es ejemplo de respeto, buen trato y mantenimiento, no como en Montevideo.
A todo esto, el alcalde Andrés Rapetti sumó al aporte realizado por la Intendencia: 45 cámaras de seguridad que monitorean las 24 horas, con alarma y respuesta.
Por otra parte, invirtió más de 1.100.000 de pesos para la instalación de las cañerías para el servicio de agua. Además, se incorporaron 25 escaleras -grandes y chicas-, un elevador que costó 750 mil pesos y baños accesibles por 600 mil.
Asimismo, solicitó a la IDM la autorización para que el Municipio pueda disponer de panteones para la Policía, las Fuerzas Armadas, Hogares de Ancianos y otras organizaciones sociales. Y calificó a esta ampliación de la necrópolis como una obra necesaria para el departamento.
Por su parte, el subdirector general de Obras Civiles y Mantenimiento, Mauricio Tejera, sostuvo que son 5700 metros cuadrados que incluyen el emplazamiento de obras, parquizado, entre otros, a un costo de 5.800.000 dólares.
Explicó que el predio fue cedido por el emprendimiento 4H a través de una negociación realizada por la Dirección de Planeamiento.