Según dijo la Directora de Medio Ambiente de la IDM, Betty Molina, debido a la pandemia se había prorrogado la concesión pero el adjudicatario ya no brindó el servicio en la pasada temporada y se debió proceder a la demolición del parador que será nuevamente licitado.
Este verano la Administración había extendido los plazos a todos los paradores que quisieran prestar el servicio durante el verano.
El lugar, que estaba en franco deterioro y representaba un peligro para la población, empezó a ser desmontado.
Luego de haber notificado a quienes tenían antes la concesión, el espacio debe ser liberado al uso público para habilitar el proceso licitatorio que será encausado a la brevedad.
Este lunes concurrieron autoridades de la Intendencia y escribanos, quienes constataron el faltante de instalaciones eléctricas y sanitarias, además de daños en la estructura general, por lo que se procedió al comienzo de la demolición por parte de la IDM.
En igual situación se encontraba el parador Bikini que fue desmontado hace varias semanas.